La regeneración del litoral de El Rincón se limitará por ahora a la recuperación de la playa de callaos en la desembocadura del barranco de Tamaraceite, ya que la prolongación del paseo hasta el mirador de El Atlante se hará en otra fase. La nueva carretera que habrá que construir para acceder a la GC-2, tras el derribo de la actual, tampoco forma parte del proyecto de la Dirección General de Costas, ni la gran plaza prevista donde ahora están algunas naves. Así lo aseguró el jefe de la Demarcación de Costas de Las Palmas, José Miguel Pintado, que explica que el proceso de expropiaciones, bloqueado hasta ahora por el desacuerdo con los propietarios de las naves, se agilizará muchísimo a partir de ahora, tras la declaración por el Estado de la zona de utilidad pública. Pintado calcula que a final de año se podrá iniciar la obra, que tiene un periodo de ejecución de seis meses, por lo que si los plazos se cumplen la nueva playa podría estar lista para el verano de próximo año.
La nueva playa, que será similar a la que hubo en su día antes de que se hiciera la carretera y costará 4,3 millones, tendrá 350 metros de largo y en su parte más ancha medirá unos 50 metros. Para rellenarla se utilizarán 92.000 metros cúbicos de grava de un tamaño mínimo de 30 milímetros, buena parte de los cuales serán obtenidos en las inmediaciones, por la zona de la escultura de El Atlante.
Para el núcleo de la playa se utilizarán también los restos de las demoliciones de las dos escolleras que hay en la zona, que fueron fabricados con piedra de cantera. El resto se llevará al Puerto de La Luz. Tanto la playa como la desembocadura del barranco se encuentran sepultadas por las antiguas factorías de pescado, hoy utilizadas como almacenes, una antigua explotación dedicada a la venta de áridos para la construcción y la carretera actual.
La otra escollera, que protege la explanada situada en la prolongación del paseo, también será demolida.
Entre la playa y el Auditorio, donde ahora hay un aparcamiento de tierra, se levantará un hotel, que tendrá una altura máxima de seis plantas en su lado norte, según la adaptación del Plan General de Ordenación, en fase de estudio de las alegaciones presentadas.
